Tendencias en diseño multimedia y cómo las utilizamos en pro del aprendizaje.

El antes y el ahora.

En el mundo del e-learning, desde sus inicios, hemos ido adaptándonos a la tecnología ofrecida por el mercado y el rubro, cambiando la manera de desarrollar contenido educativo digital según los softwares.

Pasamos del difunto y recordado Adobe Flash y su ActionScript a programas más amigables con tecnología de exportación en HTML5, requisito indispensable para el desarrollo de cursos hoy en día.

Uno de los programas más utilizados actualmente en la industria del e-learning es Articulate Storyline, el cual permite de manera amigable crear una infinidad de contenidos multimedia, capaces de reproducirse tanto en computadoras como en dispositivos móviles.

La versatilidad que tiene este software para abarcar una gran cantidad de recursos, como insertar videos, grabar pantallas para simulaciones, generar paquetes SCORM, montar imágenes 360°, actividades formativas, entre algunos otros por nombrar, lo hacen un gran aliado a la hora de enfrentar los desafíos de crear contenido de calidad, entretenido y significativo para el participante.

SCORM son las siglas en inglés de Shareable Content Object Reference Model, que en español podemos traducir como Modelo de Referencia para Objetos de Contenido Compartible.

Estilos y recursos que impactan al participante 

Cuando hablamos de tendencias en el diseño, podemos abarcar una infinidad de conceptos y elementos que se mantienen por un período en el tiempo, como colores, formas, tipografías y estilos.

En el e-learning hay que mantener un equilibrio para dar esa sensación de frescura y actualidad en la gráfica de los cursos, sin alejarse tanto del manual de marca de los clientes por el cual nos regimos.

Uno de los estilos que se han mantenido por años es el minimalista y que sin duda este 2022 seguirá firme como un roble, donde lo principal será la famosa frase “menos es más”. En este estilo de diseño, se eliminan los elementos pesados a la vista para que el contenido tenga más presencia.

Por otro lado, tenemos el maximalismo, que nace como respuesta opuesta al minimalismo, este mezcla colores explosivos con diseños retros y futuristas. En lugar de incorporar colores simétricos y convencionales, el maximalismo usa colores excéntricos y atrevidos para lograr una sensación de “caos organizado”, sin atarse a ningún esquema rígido.

Si bien podríamos seguir enumerando estilos de diseño, el foco va por los recursos que se pueden crear para impactar a los participantes, tales como:

El uso de videos o cápsulas en los cursos, los que generan un potente llamado a la atención del participante, en donde con dinamismo, musicalización y animación podremos lograr un real interés en el contenido.

El renombrado gamification, donde aprender jugando, bajo una historia entretenida, nos ofrece uno de los mejores recursos que disponemos para el aprendizaje lúdico; si bien este tipo de cursos sortean una dificultad un poco mayor por la programación que conlleva, el resultado y la experiencia del participante hablan por sí solo.

La asimilación de sistema, donde el “aprender haciendo” toma una relevancia única para cursos que enseñen procesos digitales, ejercitando la práctica como si estuviera en el sistema real.

El diseño multimedia en el e-learning tiene la gran tarea de hacer atractivos, claros, frescos y entretenidos los materiales de aprendizaje, para llegar y quedarse en los conocimientos de los participantes.

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Aprender mejor.

Estudios muestran que el 90% de la formación tradicional es olvidada en menos de un año1 y que la creación e implementación de programas presenciales no es lo suficientemente rápida para que sean efectivos.

Una posible causa de estos preocupantes resultados, radica en que la capacitación tradicional no fue diseñada para la forma en que vivimos y trabajamos hoy. Al menos tres razones fundamentan esta opinión.

Primera, es prácticamente imposible o extremadamente costoso que la forma de capacitación tradicional y presencial se pueda hacer cargo del fenómeno de la cada vez más rápida obsolescencia tecnológica, que implica aprender a manejar nuevas máquinas, equipos y tecnologías en ciclos cada vez más cortos de tiempo3.

Segunda, para el ser humano, urbano y digital, es cada vez más difícil mantener la atención por largos períodos de tiempo4. Actualmente la media de duración de un curso de capacitación presencial en Chile es de 19 horas5, lo que contrasta con investigaciones que demuestran que el intervalo promedio de atención de un humano urbano adulto en el trabajo es de 7 minutos6.

Tercera, el apego y conexión que los seres humanos hemos ido desarrollando hacia nuestros aparatos tecnológicos (smartphones, notebooks, tabletas) y el amplio uso que les damos –incluyendo el capacitarnos y saber más como por ejemplo vía Youtube, Wikipedia, Ted talks, Edx y muchos otros – , hacen que privilegiemos este tipo de experiencias para aprender mejor7.

En Celeris, aprender mejor significa utilizar las herramientas y entorno digital para desarrollar un ecosistema de experiencias de capacitación breves que gradualmente desarrollen competencias en el lugar y momento en que se necesitan, permitiendo su aplicación inmediata en el trabajo.

¿Interesado en desarrollar soluciones para aprender mejor? Estaremos encantados de apoyar.

  • 1. The Association for Talent Development, «State of Industry Report» 2012.
  • 2. http://www.wsj.com
  • 3. The Association for Talent Development, Learning Circuits Archives “Time to Develop an Hour of Learning”, 2009.
  • 4. Hayles, University of California, “Hyper and Deep Attention, The Generational Divide in Cognitive Modes”, 2012.
  • 5. Estadístico anual SENCE año 2012.
  • 6. National Center for Biotechnology Information, U.S. National Library of Medicine, The Associated Perss 2014.
  • 7. Grovo.com “Bite Size is the Right Size”, Whitepaper, 2014.

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