Ahora bien, hoy quiero hablarte sobre la activación del aprendizaje: se trata de brindar al estudiante una base sólida a partir de la cual construirá su conocimiento y lo aplicará en su trabajo diario. Esta base se obtiene a través de las experiencias previas del participante.
En Celeris, incorporamos estas ideas en el diseño del e-learning a través de 3 formas:
1. Consultando cuáles experiencias previas del participante se relacionan con el contenido del curso:
Uno de los motivos más comunes de nuestros clientes para implementar un e-learning, es ofrecer a los colaboradores herramientas para que ciertas situaciones no sigan ocurriendo o puedan afrontarlas de mejor manera.
Por ejemplo, en Celeris, tuvimos un cliente cuyos colaboradores, debido al modelo de negocio, enfrentaban altas cantidades de estrés, lo cual llevaba a muchos conflictos y deterioro de las relaciones personales. Por ende, todo el storytelling de este curso -relacionado con inteligencia emocional y manejo de conflictos- se basaba en plantear una situación típica, y a partir de allí, brindar formas de lidiar con ella de manera más empática con los demás.
Los resultados, en general, pero sobre todo en términos de engagement del participante, fueron excelentes. Los colaboradores sentían afinidad por el curso porque partía de algo que casi todos ya habían vivido. Como consultores metodológicos, siempre debemos tomar en cuenta las experiencias previas de los estudiantes.
2. Crear nuevas experiencias relevantes:
Habrá oportunidades en las que la información que se quiere transmitir es muy nueva, pesada, o muy lejana y no habrá experiencias previas relacionadas. En estos casos, debemos crear una experiencia de aprendizaje que en sí misma sea memorable.
Para ello, en Celeris, ofrecemos cursos “Gamification”. Se trata de experiencias que toman elementos de los videojuegos -como personajes, retos, sistemas de recompensas, diferentes niveles de ambientación y dificultad, etc.- que hacen que el participante sienta que está jugando, mientras se le brinda la información clave. Estos cursos son los mejores puntuados respecto a “entretención”, y también los más efectivos para dar información que de otra forma hubiera sido extenuante o fácilmente olvidable. ¡Muchos de nuestros clientes aún recuerdan el personaje principal de algún curso o un reto que se le hizo especialmente entretenido!
3. Brindar una estructura cognitiva:
La estructura de los contenidos del curso debe seguir un orden secuencial y lógico, que facilite la asimilación del nuevo conocimiento. Por ello, dentro de nuestras metodologías de desarrollo de proyectos en Celeris, ofrecemos instancias en las que asesoramos a nuestros clientes para que la estructura de toda la experiencia sea fácilmente entendible y consecuente para el participante, y además, dentro del curso, nos valemos de distintas técnicas de interacción y presentación del contenido que ayudan al estudiante a categorizarlo.
En conclusión, en Celeris nos especializamos en crear experiencias e-learning que no sólo buscan transmitir el contenido al participante y cumplir con los plazos establecidos para el desarrollo del proyecto. También consideramos el perfil del estudiante, sus necesidades y experiencias previas, para crear cursos que les sean significativos y útiles para su desarrollo personal y profesional.